jueves, 19 de junio de 2014

El llanto de Serey

Las notas de su himno nacional comenzaron a sonar. El marco lo impresionó cuando escuchó cómo rugía el estadio, mientras las banderas de su país se ondeaban en las tribunas. La emoción le iba ascendiendo por los ojos. La cabeza se llenaba de recuerdos: 

Papá comprándole su primer pelota y llevándolo a las canchas de tierra que abundaban por su casa. Papá acompañándolo a su primer partido en el equipo de niños y apoyándolo a cada instante. Papá con los ojos repletos de lágrimas cuando se enteró de que él, su hijo, había sido aceptado en un equipo Suizo. Papá hablándole por teléfono después del primer partido y dándole consejos como cuando era un infante. Papá radiante cuando Serey fue a casa para avisarle que había sido convocado a la selección nacional de Costa de Marfil.

El futbol se convirtió en su remanso, en nube sobre la cual volar mientras en su país corría la sangre.  

Por eso, mientras el himno se entonaba y él apoyaba su mano en el corazón, las lágrimas comenzaron a rodarle por las mejillas, por eso descompuso el rostro cuando vio el marco y recordó las palabras de papá fallecido hace 10 años:  

"Cuando salgas a la cancha y portes la playera nacional, debes estar consciente de que en tu espalda cargas la ilusión de muchos de nuestros hermanos, incluido yo, así que sal y muestra lo mejor de ti que yo, desde donde esté, me sentiré muy orgullo de mi pequeño Serey"

Por eso no pudo contener el llanto cuando escuchó su himno en el estadio.

@juaninstantaneo

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