sábado, 11 de agosto de 2012

Nueve de agosto

A Bety
Por estar en cada uno de mis sueños...

El sonido de las ramas mecidas por el viento lo sacó de sus recuerdos. Carlos extendió el brazo hasta tocar la funda de la guitarra, quería sacarla y cantar, deseaba que la música creada y su voz llegaran hasta los oídos de Lili. Y es que ella habitaba en cada parte de su mente, del corazón. El aire, el sol, las flores, las nubes, se la recordaban. Su piel se erizaba cuando por su mente transcurría las imágenes de tantas tardes compartidas. Comenzó a cantar.

El reloj le recordó que la hora de volver a casa había llegado. Un perro pasó por su lado y sintió el roce sobre su pierna. Se detuvo al sentir que algo vibraba en su pantalón. Con rapidez extrajo el celular, era un mensaje.

-¿Nos vemos a las 6?-, estaba escrito en la pantalla del teléfono. Era Lili. La duda entró por cada poro de la piel de Carlos.
-Sí- contestó él.

Salió de casa tras haberse bañado. Cargó los audífonos y la cartera que compró en su primera visita a la universidad. Llegó al lugar de la cita. Un viejo café en las cercanías del centro de la ciudad. Carlos sintió en su nariz cómo el olor de la bebida poblaba el lugar. Al fondo, Lili lo esperaba. Su cabello estaba suelto y le tocaba los hombros. Él caminó a paso decidido hasta que el respaldo de una silla se le cruzó propinándole un golpe en la cadera. Atinó a reírse para mitigar el dolor y no parecer tan distraído.

El café aliviaba el nudo de su garganta, fingir era lo único que le quedaba. La tristeza comenzó a apoderarse de su cuerpo, mientras su cara mostraba alegría y admiración ante las palabras que Lili formulaba. Ella se iba, el viaje de su vida la esperaba y Carlos tenía el privilegio, aunque no lo sentía así, de ser el primero en enterarse.

No encendió la luz, caminó hasta su cuarto tendiéndose en la cama. Sus zapatos resbalaron de los pies mientras presionaba una tecla del celular para mirar el calendario y marcar, con un lápiz que encontró sobre la cama, el día. El nueve de agosto el alma le dolería.

(continuará...)

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